Un rayo de luz
Hay días en los que entra un rayito de luz por entre las cortinas y teje un camino diminuto dónde me dan ganas de saltar, esas ganas infames de desaparecer en el polvo y ser tan pequeña y terminar siendo nada son las mismas ganas con las que a veces se es todo y no me había dado cuenta... También se me arrojan deseos de ser nube o ser roca o ser aire... Esas entidades presentes que funcionan sin hablar, que viven sin amar, que solo son y existen ... pero muchas veces me gusta ser yo aún así el frío me agote la paciencia y el mundo con su hastío quiera dominar la ternura... Aún así me gusta tener ojos y caminar y toser por qué de mi cuerpo puedo ser voz y puedo ser materia y puedo ser caracol...
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