Templados
En mi mente hay memorias alegres de infinita gratitud
Pero son aquellas las que me causan terror las que llegan en la noche y se introducen en mis sueños
son aquellas que como pesadillas se cuelan en momento inoportuno y danzan con su tempestad
Ansiando mi cuerpo haciendo un delirio de sollozo
He de decir que no es sencillo dar un paso y sentir frío, ese frío imaginario que tortura la quietud
Y hace desvanecer la calma
Un pequeño y retorcido murmullo llega a mi recordándome lo que jamás quise
Lo que ya fue
Lo que ya no será
Pero sigo aprendiendo
A encender el fuego en las tempestades
A olvidar el horror, la aversión aquello perverso que humanamente se deshata de los demonios que muertos vivos roban sonrisas
Son aquellos esos adoradores de la mentira, sigilosos del engaño que sin juicio merecen oportunidad en algún lugar, lejos de los templados ...
Comentarios
Publicar un comentario